Acercarse al Indre, en Saint-Maur, es, muy cerca de la ciudad, encontrarse con el agua y la naturaleza, respirar el campo y sus estaciones, fundirse en parte del "corredor verde", valle de hierba y árboles que atraviesa la aglomeración de Castelroussine.
En Saint-Maur, pequeños senderos discurren junto a árboles y hierba alta. Estrechas y completamente verdes, simplemente siguen el agua. La siega regular es suficiente, cuando hace buen tiempo, para mantenerlos. Te llevan lejos, a lugares donde puedes ver ovejas pastando, árboles altos a la orilla del río, pescadores tranquilos y caminantes que no lo son menos. El bosque de ribera, la dehesa húmeda y el trabajo del río configuran este sensible espacio natural.
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